Mensajes de Medjugorje conteniendo 'lugares'
Total found: 6 Era martes. Esta aparición ocurrió inesperadamente. Ivan estaba orando en su casa. Luego comenzó a alistarse para ir a la iglesia, a la liturgia vespertina. Improvisadamente se le apareció Nuestra Señora y le pidió que transmitiera el siguiente mensaje a la gente:
“Pido a las personas que oren Conmigo estos días y que oren lo más posible. Que ayunen además estrictamente los miércoles y los viernes; que recen cada día cuando menos el Rosario completo: los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos. ”
Nuestra Señora pidió a la gente que aceptara este mensaje con voluntad firme. Ella pidió esto en particular a los parroquianos y a los fieles de los lugares circunvecinos.
La aparición duró alrededor de 5 minutos y comenzó a las 9,55. La Virgen rezó por todos y bendijo a todos. Mirjana encomendó especialmente a los enfermos. En esta ocasión la Virgen no habló nada acerca de los secretos.
“¡Queridos hijos! No busquen inútilmente la paz y la felicidad en los lugares equivocados y en las cosas equivocadas. No permitan que vuestros corazones sean duros amando la vanidad. Invoquen el nombre de mi Hijo. Recíbanlo a Él en vuestro corazón. Sólo en nombre de mi Hijo experimentarán en vuestro corazón la verdadera felicidad y la verdadera paz. Sólo así podrán conocer el amor de Dios y continuar difundiéndolo. Los invito a que sean mis apóstoles. ”
“¡Queridos hijos, estoy aquí en medio de ustedes. Veo en sus corazones heridos e inquietos. Ustedes se han perdido, hijos míos. Sus heridas del pecado se están volviendo cada vez mayores y los están alejando siem- pre más de la auténtica verdad. Buscan la esperanza y la consolación en los lugares equivocados, mientras yo les estoy ofrecien- do la sincera devoción que se nutre de amor, sacrificio y verdad. Les doy a mi Hijo. ”
“¡Queridos hijos! Hoy, mi Hijo Jesús y yo deseamos darles abundancia de gozo y de paz para que cada uno de ustedes sea un alegre portador y testigo de la paz y de la alegría en los lugares en que viven. Hijitos, sean bendición y sean paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
“Queridos hijos, como Reina de la Paz deseo daros a vosotros, mis hijos, la paz, la verdadera paz que viene del Corazón de Mi Hijo Divino. Como Madre oro para que en vuestros corazones reine la sabiduría, la humildad y la bondad: que reine la paz, que reine Mi Hijo. Cuando Mi Hijo sea el soberano en vuestros corazones, podréis ayudar a los demás a conocerlo. Cuando la paz del cielo os conquiste, aquellos que la buscan en lugares equivocados, dando de esta manera dolor a Mi Corazón materno, la reconocerán. Hijos míos, grande será mi alegría cuando pueda ver que acogéis mis palabras y deseáis seguirme. No tengáis miedo, no estáis solos. Entregadme vuestras manos y yo os guiaré. No olvidéis a vuestros pastores. Orad para que sus pensamientos estén siempre con Mi Hijo, que los ha llamado para que lo testimonien. Os lo agradezco! ”
“Queridos hijos, como en otros lugares donde he venido, también aquí os llamo a la oración. Orad por aquellos que no conocen a mi Hijo, por aquellos que no han conocido el amor de Dios; contra el pecado; por los consagrados: por aquellos que mi Hijo ha llamado a tener amor y espíritu de fortaleza para vosotros y para la Iglesia. Orad a mi Hijo, y el amor que experimentáis por Su cercanía, os dará fuerza y os dispondrá para las obras de amor que vosotros haréis en su Nombre. Hijos míos, estad preparados: ¡este tiempo es un momento crucial! Por eso yo os llamo nuevamente a la fe y a la esperanza. Os muestro el camino a seguir: el de las palabras del Evangelio. Apóstoles de mi amor, el mundo tiene mucha necesidad de vuestras manos alzadas al Cielo, hacia mi Hijo y hacia el Padre Celestial. Es necesaria mucha humildad y pureza de corazón. Confiad en mi Hijo y sabed vosotros que siempre podéis ser mejores. Mi Corazón materno desea que vosotros, apóstoles de mi amor, seáis pequeñas luces del mundo; que iluminen allí donde las tinieblas desean reinar: que con vuestra oración y amor mostréis el camino correcto, y salvéis almas. Yo estoy con vosotros. ¡Os doy las gracias! ”